El emprendimiento ha crecido mucho en los últimos años, ser emprendedor se ha convertido en una opción para el autoempleo o dar rienda suelta a una idea de negocio con posibilidades de futuro.
El modelo de emprendimiento vía startup es uno de los más conocidos y demandados. Muchas de ellas consiguen subsistir e incluso ser vendidas, también es cierto que alrededor de un 50% fallan y desaparecen.
El éxito de un startup se apoya, sobre todo, en la estrategia y planificación previa. Veamos algunos consejos para crear una startup desde cero y minimizar los principales fallos que pueden provocar consecuencias complejas para su continuidad.
índice de contenido
- ¿Qué es una startup?
- ¿Cómo crear una startup?:
- 1. Define la idea de negocio
- 2. Realiza un estudio de mercado
- 3. Define la propuesta de valor
- 4. Delimita tu segmento de clientes
- 5. Construye tu marca
- 6. Forma un equipo óptimo
- 7. Desarrolla tu Producto Mínimo Viable
- 8. Valida el modelo de negocio
- 9. Determina tus necesidades de financiación
- 10. Realiza networking con socios clave
¿Qué es una startup?
Una startup es una empresa joven que apenas comienza a desarrollarse. Son negocios de tipo escalable y con grandes posibilidades de crecimiento.
Estas nuevas empresas suelen ser pequeñas e inicialmente, financiadas y desarrolladas por un fundador o grupo pequeño de ellos.
Otra gran característica de las startups es que suelen estar muy relacionadas con el sector tecnológico, siendo las nuevas tecnologías e internet el escenario natural para crecer y buscar oportunidades de negocio e incluso de financiación.
A continación, veremos cuales son los pasos para crear una startup desde cero así como algunos consejos para minimizar la aparición de los errores más comunes que pueden llevar a su extinción.
¿Cómo crear una startup?:
1. Define la idea de negocio
Sin una buena idea es muy difícil levantar una startup o cualquier tipo de negocio. De hecho definir la idea de negocio es el principal paso hacia el éxito, además de una de las tareas más difíciles a desarrollar.
Convertir una idea en un concepto de negocio requiere pensar en cuestiones tales como el canal de venta del producto o servicio y quién lo comprará, los beneficios del producto o servicio, etc…
El emprendedor tendrá que tener respuesta para varias preguntas, entre ellas, las siguientes:
- ¿Cuál es el producto o servicio?
- ¿En qué se diferencia de otros productos?
- ¿Quién comprará el producto o servicio?
- ¿Por qué van a comprar el producto o servicio?
- ¿Quiénes son los competidores?
El emprendedor debe poder describir de manera precisa, clara la esencia del negocio con el fin de tener la máxima seguridad para seguir con los siguientes pasos de creación de la startup y no morir en el intento.
2. Realiza un estudio de mercado
Tenemos la idea pero sola no se va a desarrollar ni a crecer. Una vez identificado y definido el modelo de negocio con sus características y cualidades, no queda otra que llevar a cabo un estudio de mercado.
Una de las principales claves de un buen plan de negocio es el estudio de mercado pertinente. Un análisis de mercado es una evaluación cuantitativa y cualitativa del mismo, donde se analizan el tamaño del mercado tanto en volumen como en valor, los distintos segmentos de clientes y patrones de compra, la competencia y demás actores influyentes en él.
Al final de un estudio de mercado profundo, sabremos lo que tenemos y a lo que nos enfrentamos, reconociendo nuestros valores, fortalezas y teniendo claro nuestro objetivo.
3. Define la propuesta de valor
Otro de los grandes conceptos que surgen en el proceso de creación de una startup es la denominada propuesta de valor.
¿Qué es una propuesta de valor? En palabras sencillas podemos decir que es aquel elemento clave diferenciador que te va hacer mejor que a la competencia en el mismo sector.
Desde el punto de vista del consumidor o cliente, es aquello que le hace decidir escoger un producto o servicio por otro.
Dentro de la fase de definición de idea de negocio, debería de estar bien subrayada la propuesta de valor. Para identificar de manera fiable este factor se debe tener en cuenta los condicionantes del mercado, la competencia y la idea de negocio.
En la mayor parte de las ocasiones, la propuesta de valor marca la estrategia de negocio de una startup
4. Delimita tu segmento de clientes
La audiencia o el público objetivo, en definitiva, a quién vamos ofrecer nuestro producto debe ser el correcto, de lo contrario ninguna estrategia de negocio podrá funcionar.
Uno de los grandes problemas que sufren muchas empresas no está relacionado con su producto o servicio, sino con la elección de su Buyer Persona.
Los Buyers Personas son representaciones de tus clientes ideales. Te ayudan a definir quién es esta audiencia a la que queremos atraer y convertir; y sobre todo nos ayuda a humanizar y entender con mayor detalle a esté público objetivo.
Es importante no dejarse llevar solo por un plan de negocios o estrategia y tener muy en cuenta el tipo de audiencia que queremos alcanzar. Cada producto tiene su propio segmento o segmentos de clientes y para reconocerlos es necesario investigar el mercado con suma prudencia.
Con las nuevas tecnologías, el análisis del consumidor se ha convertido en algo mucho más exhaustivo, facilitando la interacción con los mismos y obteniéndose una mayor información al respecto.
5. Construye tu marca
En otros artículos ya hemos comentado un tema tan importante como el de marca. Toda startup, como las empresas y profesionales necesitan construir su negocio en paralelo a una marca.
Las startups, como pequeñas empresas que son, deben competir en un mercado difícil y muy voluble. Compiten con grandes marcas y no tan grandes, pero en definitiva la lucha está entre las marcas.
La marca muestra la identidad de la empresa en su máxima expresión cuanto más completa y transparente sea, más notoriedad tendrá. No olvidemos que una marca se define por la percepción general de un consumidor o cliente de su negocio.
El proceso de creación de una marca requiere de estudio y reflexión, además de una política de trabajo y visibilidad continua en el tiempo.
6. Forma un equipo óptimo
Como en cualquier aspecto de la vida, tener la suerte de estar rodeado de las personas idóneas te ayuda a crecer y mejorar. En el contexto de las startup sucede lo mismo.
La gestión de una empresa, sobre todo, en sus inicios, necesita de una gran dedicación y conocimiento para poder aportar soluciones efectivas en tiempo real y adelantarse a posibles problemas.
Personas con confianza, ganas de trabajar y fieles a la idea de negocio son necesarios para crear un grupo sólido, unido y con futuro.
7. Desarrolla tu Producto Mínimo Viable
¿Producto Mínimo Viable? No es otra cosa que la primera muestra, productos servicio final para ofrecer a los futuros clientes.
Es un concepto muy relacionado con las nuevas empresas y para su consecución es necesario seguir unos protocolos para conseguir dicho Producto Mínimo Viable con las mejores garantías y en el menor tiempo.
Se suele catalogar como el primer proyecto de trabajo de una startup y a partir de este Producto Mínimo Viable se podrá estimar sus costes, tiempo e idoneidad para el público objetivo.
8. Valida el modelo de negocio
Uno de los pasos fundamentales antes de lanzar un modelo de negocio al mercado es hacer una correcta validación de las distintas hipótesis en las que se basa, ya que si no lo hacemos corremos el riesgo de construir nuestro negocio sobre ideas y percepciones falsas.
Las hipótesis en las que se asienta el modelo de negocio son aquellas ideas o suposiciones que no hemos podido confirmar o que no estamos seguros de que realmente vayan a funcionar como esperamos… es decir, prácticamente todo, lo que implica que debemos esforzarnos en validar estos supuestos en la mayor brevedad posible.
El objetivo es ir diseñando diferentes experimentos y testeos para validar los mejores canales de captación y la viabilidad del modelo de negocio lo que nos llevará posiblemente a tener que plantear nuevos cambios u opciones en el modelo. Resulta útil en esta fase utilizar diferentes estrategias de Inbound marketing para testear la respuesta de los usuarios ante tu producto o servicio sin resultar invasivo.
9. Determina tus necesidades de financiación
Como hemos dicho anteriormente en la definición de startups, son pequeñas empresas con una idea a desarrollar y con necesidad urgente de financiación por parte de sus fundadores y socios.
Financiar una pequeña empresa, especialmente una nueva empresa, es una tarea difícil pero no imposible.
La idea es clara: obtener dinero para poner en marcha el proyecto empresarial. Para ello podemos enumerar una serie de fórmulas:
- Ronda Semilla: Es la denominada financiación inicial de todo proyecto empresarial, basada en la confianza y conocimiento de los emprendedores. Suele venir de familiares y entorno más cercano.
- Business Angel: Son los denominados inversores privados, es una financiación posterior a raíz de la marcha de la startup. Se basa en un estudio de los primeros números del negocio, estos serán la mejor carta de presentación para conseguir este tipo de inversión.
- Préstamos o créditos bancarios: Obviamente no podemos olvidarnos de los bancos, para conseguir un crédito de este tipo se debe poseer un plan de negocio muy viable y con resultados positivos.
- Crowdfunding: Posiblemente una de las herramientas de financiación más efectivas para las startups. Un modo de financiación colectiva vía internet, plataformas de crowdfunding ofrecen espacio para añadir proyectos y sus necesidades. Los usuarios son los que donaran capital para la consecución de dichos proyectos.
10. Realiza networking con socios clave
Hace ya tiempo que el networking se considera como un recurso clave para potenciar el desarrollo de una empresa. Para las startup, el networking se vuelve vital debido a las grandes oportunidades que se pueden obtener.
El networking define la idea de tener un espacio para conocer a otros profesionales y generar nuevos contactos y oportunidades de negocio. No hay evento que se precie, que no posea un lugar para facilitar el networking.
Conferencias, eventos, formación… cualquier momento es bueno para realizar tareas de networking.
Ideal para darse a conocer, atraer inversores o dar visibilidad a tu producto, servicio o marca.
Crear tu startup desde cero puede ser el proyecto de tu vida, con serenidad, paciencia y profesionalidad podrás llegar a ver tus deseos hechos realidad.